Eddie Edwards, un ídolo para todos deportistas populares que sueñan con llegar a la cima algún día |
Era tal el ansia por correr algún día ese triatlón que, estudiando en León, cuando competía por el Club Ciclista León, junto a Fernando Cabanzón y al zamorano Roberto Cejuela, en nuestro inicios como triatletas federados, se nos metió en la cabeza apuntarnos a la prueba. Tal vez influyó que ese curso había llegado a la Facultad el bueno de Miguel López Allue, un aragonés especialista en triatlón invernal y claro, eso hizo, por lo menos a mi, que el gusanillo por probar esta competición fuera mayor. Parece que fue ayer, pero corría el año 2005.
Cabanzón y Cejuela habían practicado algo de esquí, aunque fuese alpino, aprovechando la Semana Blanca que se organizaba en el INEF de León todos los años. Pero ese no era mi caso, a mi ya no me cogió la Semana Blanca (se dejó de hacer cuando el INEF paso a ser Facultad de la Universidad de León y, por lo tanto, ya no dependía de la Junta de Castilla y León quien soportaba parte de esa actividad) no me había puesto unos esquís en mi vida, como mucho había patinado (poco y mal). Pero bueno, en ese momento no veía un gran obstáculo en ello, "bueno, si son 10 kilómetros de fondo algo aprenderé por el camino" llegué a pensar. Como diría Fignon, "eramos jóvenes e inconscientes".
Al final acabamos desechando la idea porque se los salía de presupuesto. Teníamos que viajar hasta Reinosa desde León, el día anterior para poder alquilar los esquís de nórdico (lógicamente ninguno tenía equipo de fondo), pasar allí la noche, la inscripción, el viaje de vuelta...además la meteorología no acompañaba ese año (si mal no recuerdo al final se pospuso a marzo). Aunque tal vez lo que nos paso es que tuvimos un ataque de cordura y decidimos no meternos en camisas de once varas.
Juan Carlos Poo (33) en los 100 kms. de Santander 2013. |
Mientras pienso en que podrá suceder el sábado por tierras campurrianas me he acordado de cierto deportista, gracias en parte a que los inefables de Yahoo noticias le mencionan últimamente.
Eddie celebrando con la multitud uno de sus, cortos, saltos en Calgary 88 |
Pero volvamos al héroe del día. Eddie compitió sin complejos y un entusiasmo a prueba de bombas. A pesar de quedar el último, con diferencia, en las dos modalidades de trampolín (70 y 90 metros) se ganó el aplauso de toda la afición y acabo siendo apodado de El Águila (en parte se comenta que fue porque en algunos saltos movía las manos en el aire, como si quisiera aletear...).
La verdad es que es difícil no sentir simpatías hacía este hombre, sin ningún miedo al riesgo de este deporte, ni tampoco a hacer el ridículo...
Eddie, cosas de la vida, se convirtió en un buen reclamo publicitario |
El que tuvo retuvo |
Eddie en uno de sus momentos de gloria, en la actualidad, como profesional de la construcción y en un programa televisivo de saltos acuáticos. |
Y para finalizar, un vídeo de Eddie en acción, con su salto de Calgary a lo último. El finés Matti Nykaenen venció con 118,5 metros y The Eagle acabo en último lugar con 71 metros, pero bueno, todo aquel que sea capaz de salir volando a más de 100 km/h y aterrizar después de semejante vuelo merece un respeto.
Eddie The Eagle Edwards!!
gone but not forgotten!!!!
Y para acabar un vídeo con los récords del mundo de esta exigente especialidad.
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