lunes, 18 de marzo de 2013

SEAN KELLY: EL TODOTERRENO IRLANDÉS

Kelly luciendo los colores del Kas, copatrocinado por Guinness

Sean Kelly por detras de Robert Millar y por delante de Raymond Dietzen y Álvaro Pino
Ayer fue Saint Patrick´s Day, fiesta nacional para los irlandeses, celebración que se ha extendido por todo el mundo. Cada 17 de marzo millones de personas se visten de verde, el color de la isla esmeralda, y se beben litros y litros de cerveza, principalmente Guinness. Desde aquí me gustaría recordar a algún famoso ilustre sportsman irlandés. Y me he decidido por Sean Kelly. En la década de los ochenta dos de los mejores ciclistas procedían de Irlanda. Stephen Roche, con su triplete de 1987 (Giro, Tour y Mundial de Fondo en carretera) y Kelly. Éste último siempre fue un todoterreno, capaz de dominar clásicas como la Paris- Roubaix, vencer en pequeñas vueltas o ganar grandes rondas, como hizo con la Vuelta a España de 1988. Su palmarés se extiende ad infinitum y hay pruebas de todo tipo, a pesar de ser conocido como El Rey de las Clásicas obtuvo grandes resultados en competiciones por etapas.
Kelly era todo un clasicomano, esprintaba en grandes grupos, iba muy bien en contrarreloj, aguantaba la montaña, se defendía a la perfección en pequeñas rondas por etapas... Todo un terreno. Por ejemplo, en la Paris- Niza, prueba que ganó seis veces consecutivas era capaz de hacer doblete el último día, ganando al sprint por la mañana y rematando por la tarde en la cronoescalada.
Ayer tuvo lugar también la Milán San Remo, con muchos kilómetros anulados debido al temporal de nieve.

En esa prueba Kelly también brilló, ganándola dos veces. En 1992 Kelly, en las filas del Festina, iba camino de los 36 años y atrás quedaba su época más gloriosa. Pero el que tuvo retuvo. Moreno Argentin, otro corredor experimentado y muy hábil en este tipo de pruebas, coronó el Poggio con la suficiente ventaja para alcanzar la victoria. A falta de tres kilómetros le daban 15 segundos. Pero Kelly no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente y siguió arriesgando en la bajada...y como se suele decir, el resto ya es historia. Ahí estaba Kelly, con sus eternos rastrales (fue de los pocos que no se pasaron a los pedales automáticos).

 
CCC


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